En un artículo anterior del Noticiario del Molino, nos adentramos en la práctica del mindfulness o “atención plena”. En él hablábamos de la meditación como una de las posibles vías para ejercitar el mindfulness.
En este artículo vamos a tratar de la meditación de forma algo más extensa, pues es una disciplina que tiene distintas escuelas, técnicas y una rica tradición de milenios.
¿Qué es la meditación?
Es difícil de definir con exactitud en una frase esta práctica milenaria, pues tanto su génesis como su desarrollo son complejos y además tiene numerosas ramificaciones, tipos y fines.
Así que resumiendo mucho, se podría decir que meditar es un ejercicio corporal, mental y espiritual que tiene por objetivo uno o varios beneficios concretos: relajación, concentración, conciencia plena (mindfulness), desarrollo de la compasión, la paciencia, la generosidad, el perdón o la construcción de energía interna.
Aunque desde antiguo hasta hoy es una disciplina relacionada con las religiones, la meditación no es una religión en sí misma, sino una práctica que nos ayuda a autorregular la mente para lograr serenidad y paz interior.
La palabra meditación proviene del término latino “meditatio”, la unión de “stare médium”, es decir, permanecer en el centro. La meditación es un viaje hacia nuestro centro.
Y el camino hasta el centro de uno mismo es largo, difícil y tortuoso. De ahí que sea una tarea que requiere disciplina y constancia, que es lo más costoso.
Meditación religiosa o espiritual
La meditación religiosa viene practicándose desde hace milenios especialmente en Oriente, pero en Occidente también tiene recorrido, pues se han encontrado hallazgos arqueológicos que indican que ya los celtas la practicaban.
Hay prácticas de meditación en el budismo (zen), el cristianismo (hesicasmo), hinduismo (yoga, vedanta), islamismo (sufismo) o en el paganismo (druidismo).
Hoy día las técnicas meditativas provienen tanto directamente de una religión como son mezclas de dos o varias escuelas de meditación.
Especialmente en Oriente, ha habido maestros que han creado su propia técnica fusionando otras distintas y añadiéndole elementos de su cosecha.
Por eso hoy uno se puede acercar a la meditación siguiendo una mezcla de características religiosas y paganas, orientales y occidentales, espirituales y filosóficas.
Tipos de meditación
Aunque hay muchos tipos y a veces el mismo con distinto nombre, te presentamos aquí los que creemos son los más seguidos.
Meditación Mantra o de Sonido Primordial
Basada en mantras, sonidos o cantos repetitivos para despejar la mente.
Meditación Vipassana
Es la que ha pasado, con alguna variación, a Occidente por vía del mindfulness.
Meditación Zazen (Zen)
Zazen significa “meditación sentada”. Parecida a la Vipassana, tiene algunas diferencias con ésta, como por ejemplo, la postura o la técnica de respiración.
Meditación Transcendental
También basado en mantras, varía con la de Sonido Primordial en el tipo de mantras (aquí es personalizado), el tiempo empleado o la instrucción. El director de cine David Lynch no sólo es un gran practicante de esta modalidad sino que se ha erigido como uno de sus grandes divulgadores.
Meditación Metta o del Amor Benevolente
Busca la bondad, la compasión y la amistad.
Meditación Chakra
Activa los chakras o puntos de energía corporales.
Meditación Tonglen
De procedencia tibetana, esta técnica trata de que conectemos con nuestro propio sufrimiento a fin de superarlo.
Meditación de enfoque en un solo punto
Ideal para calmar la mente y enfocar la consciencia.
Meditación dzogchen
Practicada por el Dalai Lama, no requiere mantras ni respiración especial. Su lema es: “Solo respirando, solo sentándote, solo siendo”. Intenta que el estado meditativo sea el estado natural y habitual de la persona.
12 beneficios de la meditación
Está demostrado científicamente que meditar comporta beneficios en nuestra salud, en especial en el cerebro.
Véase el artículo publicado en Scientific American por Mathieu Ricard (moje budista, considerado el hombre más feliz del mundo), Antoine Lutz y Richar J. Davidson el 1 de noviembre de 2014, titulado La neurociencia revela los secretos de los beneficios de la meditación.
Desde este punto de vista, estos son varios de los efectos positivos de la práctica continuada de la meditación.
- Se activan zonas del cerebro, en concreto las asociadas a la empatía, el altruismo y la compasión.
- Se reduce el volumen de la amígdala, zona del cerebro que procesa el miedo.
- Hace disminuir la presión sanguínea.
- Incide positivamente en la telomerasa, molécula que regula los segmentos de ADN en los extremos de los cromosomas y que controla el deterioro de las células en el envejecimiento o en los procesos cancerígenos.
La vida es un viaje espléndido, y para vivirla sólo hay una cosa que debe evitarse: el miedo.
Pablo d’Ors, en Biografía del Silencio (2019)
Otros beneficios de la meditación:
- Mejora el estado anímico general: tendrás una mayor alegría y armonía.
- Reduce el estrés y la ansiedad: al tener la mente más calmada, afrontas el día a día con relajación y aceptando los contratiempos “con más filosofía”.
- Combate el insomnio y ayuda a descansar: si se rebaja el estrés, el cuerpo responde mejor en los momentos de descanso.
- Mejora la memoria y la concentración: como la meditación mejora la conciencia en el presente, esto ayuda a focalizar y a recordar con más facilidad.
- Aumenta tu creatividad y agilidad mental: una mente descansada potencia la creatividad, pues no tiene obstáculos.
- Alivia migrañas y dolores crónicos: es lógico que si bajan los niveles de estrés, las migrañas sean menos severa o incluso desaparezcan, así como otros dolores.
- Incrementa los pensamientos positivos: al incidir en la amígdala, los miedos y pensamientos negativos se rebajan, y cuando aparecen, uno ya tiene las herramientas para desecharlos, tal como se hace con los pensamientos que acuden a la mente cuando meditamos.
- Mejora tu vida social: la ganancia en comprensión y empatía sin duda hará que mejore las relaciones con tus semejantes.
La mejor decisión
Muy pocas cosas que hagas en tu vida la van a mejorar tanto como ponerte a meditar. Te ofrecerá paz interior y control del ego.
La paz interior no es sino otro nombre para la alegría y la felicidad.
Como dijimos al principio, cualquiera puede hacerlo; sólo se necesita constancia y ganas de ir en busca de esa paz interior que todos anhelamos. Lleva su tiempo, pero no hay nadie, absolutamente nadie, que con un poco de disciplina no pueda lograrlo.
Otro de los fines de toda meditación es el control del ego, que es la fuente de muchas de nuestras frustraciones, de vicios y comportamientos mal entendidos.
Únicamente con el control de la respiración e intentando poner toda nuestra atención en ella o en una palabra o diciendo un mantra, conseguimos un impacto asombroso tanto en la mente como en el cuerpo.
Si eres creyente y prefieres iniciarte en la meditación religiosa, te recomiendo esta web del escritor y sacerdote Pablo d’Ors, llamada Amigos del Desierto, donde te da diversas claves sobre esta práctica y además organizan actividades y retiros espirituales. Aunque sus consejos son válidos para cualquiera.
Su breve ensayo Biografía del Silencio es un long-seller que te puede ayudar también a entender en más profundidad la meditación.
En la web de Marta Loperena, Felicidad de Bolsillo, también podrás encontrar distintos materiales para la meditación no religiosa. Interesante es un artículo donde te ofrece 18 webs para realizar meditaciones gratuitas y en español.
En fin, que no tienes excusas para adentrarte en tu maravilloso mundo interior a través de la meditación.
¡Será una travesía fascinante!
¡Comienza ya a reconectar contigo y con lo que te rodea!
Molino de Jaranda te ofrece un retiro de yoga y mindfulness por si quieres empezar en un entorno natural y espectacular como el de la comarca de La Vera en Cáceres.
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