En la actualidad, nuestro planeta se enfrenta a retos cada vez más importantes que implican la preservación de nuestro futuro. Temas como el cambio climático, el abandono de las zonas rurales o la gestión eficiente de los recursos están más presentes que en ningún otro momento. Por eso, en este artículo te vamos a contar qué es la permacultura ecológica, una manera cada vez más popular de preservar nuestro entorno.
¿Qué es la permacultura ecológica?
Podemos definirla como una serie de técnicas agrícolas que buscan crear una economía sostenible dentro de un ecosistema natural. Esta iniciativa surge por parte del biólogo Bill Mollison (1928-2016) y del ecólogo David Holmgren (1955) y es en definitiva, una propuesta para intentar afrontar la crisis ecológica derivada de la mala gestión de los recursos y la contaminación generada en el último siglo que afronta el planeta.
La permacultura ecológica trata en definitiva de reconvertir, modernizar y transformar a la agricultura, en una disciplina que sea respetuosa, eficiente y sostenible con el medio ambiente, y para ello, esta serie de técnicas se dividen en diferentes ramas: desde aplicar ingeniería que abogue por la ecología; pasando por el diseño de estructuras agrícolas integradas en el entorno; hasta la creación de sistemas que gestionen de manera eficiente recursos como el agua.
Los principios del sistema
Para poder llevar a la práctica real este sistema, sus creadores propusieron una serie de principios básicos a cumplir. Finalmente, concluyeron que serían doce los principios que compondrían la permacultura ecológica:
- Observar e interactuar con nuestro entorno
- Saber generar y almacenar la energía: en definitiva, apostar por las energías renovables
- Apostar por técnicas que nos permitan obtener rendimientos de alimentos sin comprometer a nuestro entorno
- Autorregular y tener en cuenta la respuestas que nos de la naturaleza
- Poner en uso los servicios y los recursos de la naturaleza
- No producir residuos
- Crear patrones teniendo en cuenta los detalles más pequeños
- Siempre crear pensando en la integración
- Aplicar soluciones lentas y pequeñas
- Usar la diversidad
- Responder de forma creativa a los cambios
- Utilizar los bordes, ya que en ellos se encuentra la mayor riqueza de la naturaleza
Todos estos principios han causado una muy importante influencia durante las últimas décadas, y han dado lugar a que las instituciones creen proyectos a escala mundial basados en la permacultura ecológica, como la famosa Agenda 2030 o la estrategia enfocada a cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Las 6 zonas donde hay que actuar
Ya hemos explicado cuales son los principios que debemos aplicar para conseguir los objetivos que plantea esta disciplina. Ahora vamos a conocer donde los aplicamos, y para ello, los padres de la permacultura ecológica distinguieron en su momento sobre seis zonas principales en las que hay que actuar:
- Zona 0: en esta zona, los autores se refieren a empezar a trabajar desde nuestro núcleo familiar, es decir, empezar por nuestra propia casa. Debemos gestionar mejor nuestros propios recursos: ser responsables con el gasto de agua, aprovechar mejor los alimentos o las horas de luz para llevar a cabo un menor gasto energético.
- Zona 1: esta zona se refiere a las partes cercanas a nuestro hogar, y aboga por desarrollar pequeños huertos cercanos a éste, donde podamos cultivar nuestros propios alimentos, especialmente aquellos a los que le damos un uso diario, como las especias o los tomates.
- Zona 2: esta localización pretende que plantemos árboles frutales y plantas que generan alimentos durante todo el año, como pueden ser las berenjenas o las patatas.
4. Zona 3: esta zona es donde situaríamos los cultivos más importantes y con los cuales comerciaríamos con nuestros alimentos. La podemos considerar una de las zonas más importantes dentro del sistema de la permacultura ecológica, ya que gracias al desarrollo de esta zona se podrá llevar a cabo tanto la propia producción para nuestro hogar como la que nos permita obtener un beneficio económico.
5. Zona 4: es la que incluye áreas como bosques y vegetación salvaje. En ella actuaremos cuando queramos recolectar alimentos en entornos salvajes como pueden ser vayas o setas.
6. Zona 5: los autores consideran a esta zona, un área completamente salvaje ya que en ella no se debe intervenir de forma directa, sino que únicamente se debe observar para estudiarla, ya que en ella es donde se preservan la vegetación, animales, insectos y bacterias que influirán y ayudarán al desarrollo de las demás zonas que hemos comentado en los párrafos anteriores.
De esta manera, la permacultura ecológica construye su campo de acción yendo de lo más concreto, como puede ser nuestro propio hogar, hasta lo más general, es decir, los bosques y selvas más extensos que existen y donde la fauna y la flora tienen la mayor parte de su origen.
Conclusión
Como puedes ver, la permacultura ecológica es una disciplina que si bien aún no es muy conocida, cada día gana más adeptos en nuestra sociedad y sin duda, puede marcar un antes y un después en la forma que tenemos de gestionar y recolectar nuestros propios recursos. Y como no, en Molino de Jaranda podrás aprender todo sobre ella en talleres como «De la huerta a tu mesa«, donde conocerás todos los detalles sobre esta curiosa disciplina.
Si sigues teniendo curiosidad por esta forma de conocer el medio ambiente, al final de este artículo te dejamos un vídeo donde se profundiza aún más en los secretos de la permacultura ecológica. Si te ha gustado nuestro artículo, no dudes en compartir y haz que tu círculo conozca todo sobre ella.
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