En una sociedad cada vez más concienciada con el cuidado del medio ambiente, los distintos tipos de energía renovable tanto para edificios comunitarios, institucionales o públicos como para viviendas particulares, están siendo una alternativa consolidada.
El deterioro del medio ambiente y el cambio climático ya son un hecho.
Lo que nosotros podemos hacer como sociedad va en dos direcciones: el intento de los gobiernos por reducir la contaminación y el aporte que cada ciudadano pueda hacer en favor del cuidado del planeta.
5 tipos de energía renovable para tu casa
Energía solar fotovoltaica
Es la típica cuando se piensa en energías renovables. Unos paneles con unas células fotovoltaicas aprovechan la radiación electromagnética proveniente del sol. Es decir, necesitan la luz solar, no calor proveniente de otra fuente.
Las placas solares se pueden usar con baterías o sin ellas.
Se utiliza para la electricidad de una casa, ahorrando hasta un 75% en la factura de luz.
El coste al principio era elevado, pero se ha abaratado mucho. Además, las placas pueden ser controladas desde el móvil, pudiendo, por ejemplo, cambiar la orientación de la placa.
Resulta una forma de almacenamiento de energía barato y amortizable a corto plazo. Por eso es la que más fomentan y bonifican los gobiernos.
Energía solar térmica
Con el fin de calentar el agua sanitaria, este tipo de fuente energética puede reducir hasta un 70% en la factura.
Consiste en placas solares (similares a las fotovoltaicas) por medio de las cuales se mueve un líquido que es calentado al estar expuesto a la radiación solar.
Desde 2007 es de obligada instalación en los edificios nuevos.
Energía eólica
Esta clase de energía utiliza la fuerza del viento para generar electricidad.
El viento mueve las palas de un aerogenerador por medio del cual convierte el movimiento de las mismas en energía eléctrica.
Su coste de implantación en una vivienda particular es bajo, pero lógicamente ha de hacerse en zonas con un mínimo de viento necesario.
Es la energía más utilizada en el mundo y, según algunos, la más rentable.
Según la Agencia Europea del Medio Ambiente, la energía eólica podría por sí sola abastecer a toda Europa.
Energía geotérmica
Esta fuente energética se obtiene aprovechando el calor del interior de la tierra.
En realidad, hablar de la energía geotérmica como renovable es cuestionable, pues necesita de la energía eléctrica para funcionar.
Hay que instalar unas bombas de calor que recogen el calor del subsuelo para calentar o enfriar agua 3 o 4 veces (depende del tipo de suelo) la cantidad de electricidad consumida en el proceso.
Es una fuente inagotable, sin impacto medioambiental y óptima para lugares donde el invierno en muy frío y el verano muy cálido.
Biomasa
Es la energía renovable obtenida a partir de residuos forestales, madera, pellets u otro material orgánico que pueda generar calor.
Para ello, se usan calderas de biomasa que calientan el agua.
Supone un ahorro considerable con respecto al gasoil y algo más sobre el gas natural, pero eso sí, siendo la biomasa mucho menos contaminante al no ser una energía de origen fósil.
Ventajas de las energía renovables
- Ahorro en las facturas, lo que supone ingresos extra.
- Casi nula emisión de gases de efecto invernadero y otros contaminantes.
- Mayor rendimiento, durabilidad y efectividad.
- No necesitan grandes cantidades de agua.
- Instalables en cualquier parte del mundo.
- Fuentes de consumo propias, sin dependencia.
La mejor opción para tu casa
Aunque es cierto que implantar un tipo de energía renovable en tu vivienda requiere una inversión inicial, ésta empezará a rentabilizarse pronto.
También hay que tener en cuenta cómo está construida la casa, la situación, las personas que viven en ella y sus patrones de consumo.
Todo ello es constituye un esfuerzo inicial que sirve para elegir la opción más eficiente en cada caso.
Invertir en un tipo de energía renovable para tu casa siempre será una buena opción para los que habitan en ella y para los habitantes del planeta, pues estás contribuyendo activamente a evitar la contaminación y así, a la conservación de la Tierra. Y si incluso ahorras dinero, ¿qué más se puede pedir?
Ahorra tú dinero y ahórrale contaminación al planeta.
Usa energía renovable en tu vivienda.
Si deseas saber sobre otras formas de sostenibilidad en la vivienda, lee este artículo sobre bioconstrucción.
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